Planificar la vejez en familia (II)
En el artículo Planificar la vejez en familia (I), exponíamos la necesidad de abordar el tema junto a las personas mayores, cuando todavía se encuentran en plenas facultades, para poder decidir conjuntamente cómo se quiere que sea su vida, pero también cuando necesitan algún tipo de ayuda para realizar las actividades de la vida diaria.
Ofrecemos algunos aspectos y pautas prácticas que nos pueden ayudar a mantener una conversación saludable y productiva.
Planificar el futuro junto a la persona mayor aporta bienestar emocional a toda la familia |
Antes de conversar
En primer lugar se tendrían que hacer algunas preguntas fundamentales que ayudarán a definir los objetivos de la conversación.
- ¿Por qué es necesario tener esta conversación?
- ¿Qué queréis para vuestro futuro y para el de vuestros padres?
- ¿Cuáles son vuestros miedos y preocupaciones?
- ¿Cuál sería el mejor escenario posible?
Antes de empezar a tratar el tema sería conveniente hablar con aquellos familiares, amigos y otras personas que tendrían o querrían participar. Quizá no pueden estar presentes cuando se produzca la conversación, pero es bueno procurar que colaboren, saber lo que piensan y tener la certeza de que todos estáis de acuerdo con el apoyo que daréis a la persona mayor cuando sea necesario.
En el caso de que la persona padezca algún grado de dependencia que requiera asistencia, también puede ser conveniente informarse sobre las diferentes opciones de atención disponibles, por ejemplo:
- Centro de día. Se trata de una buena opción tanto por aquellas personas mayores que no requieren ayuda como por las que la necesiten por algunas actividades y quieran pasar el dia acompañados y activos.
- Residencia asistida o atención a domicilio. Cuando el grado de dependencia de la persona va en aumento y la familia no puede ofrecerle la atención necesaria algunas opciones son la contratación de un cuidador o un servicio de atención a domicilio, o el ingreso en una residencia asistida. Es este artículo damos algunas orientaciones para saber si ha llegado el momento de pensar en una residencia.
Preparar la conversación
- Escribid los temas de los que queréis hablar. No hace falta que llevéis la lista pero os irá bien para ordenar las ideas y no dejaros ningún aspecto importante para tratar.
- Tocad un tema en cada conversación. Son temas delicados emocionalmente.
- Plantead la conversación teniendo en cuenta que sois un equipo, no hijos que saben lo que más les conviene a sus padres y por esta razón deciden por ellos. Tenéis un objetivo e intereses en común.
Condicionantes para una buena conversación
Cuidar ciertos detalles puede marcar la diferencia entre una conversación positiva o negativa:
- Buscad un lugar cómodo y en el que os sintáis a gusto. Por ejemplo, la terracita de un bar que sabéis que le gusta, el salón de su casa a la hora del café...
- Aseguraos de que disponéis del tiempo suficiente para conversar con tranquilidad.
- Evitad las distracciones para que os podáis concentrar en la conversación.
Actitud durante la conversación
- Aproximaos al tema con respeto y amor.
- Poneos en su lugar. Sed empáticos y sensibles. Preguntadles cómo les va, si pueden seguir haciendo las cosas que quieren hacer. Deben saber que os preocupáis por su bienestar, cómo se sienten acerca de su envejecimiento y cómo quieren que sea su vida en el futuro.
- Preparaos para escuchar. Dejadles hablar. Tenéis que estar dispuestos a hacer preguntas y a escuchar las respuestas antes de dar una opinión o consejo. También a hablar de aquellos temas que preocupan a vuestros padres pero que no habíais tenido en cuenta.
- No tengáis prisa. No se trata de tener una conversación definitiva, quizá sean necesarias varias conversaciones.
Después de la conversación
Escribid los aspectos y decisiones más importantes que se han tratado durante la conversación y compartidlo con aquellos familiares y personas que deberían estar informados.
Más información
- Para aquellas personas que quieran dejar constancia de los cuidados y tratamientos médicos que desearían recibir en el caso de que no puedan decidir por sí mismas, existe un documento legal de voluntades anticipadas o testamento vital. Este documento sirve como guía para que los profesionales médicos y la familia puedan obrar de acuerdo a nuestra voluntad.
- En el caso de que se valore un posible ingreso residencial o la asistencia de la persona a un centro de día, disponemos de servicios de atención a las familias y trabajo social, y de atención psicológica, dedicados a ofrecer orientación para afrontar de la mejor forma posible estas situaciones y dar a conocer los recursos y ayudas disponibles.