Visitamos el jardín botánico
Residentes y profesionales hemos pasado un día muy agradable entre bambú y nenúfares.
Nada más desayunar, nos esperaba el trasporte en la puerta, tres vehículos adaptados que nos llevarían a Valencia en un visto y no visto.
Pronto estábamos todos buscando la puerta de entrada al recinto, nos habían dicho que entráramos por detrás pero nosotros empecinados en ver el árbol centenario que franquea la puerta principal, desobedecimos las órdenes y nos encaminamos en su búsqueda. Lo encontramos allí, en el círculo soleado y rodeado de pilastras que da la bienvenida a los visitantes, majestuoso y espléndido, no podíamos dejar de admirarlo, nos quedamos fascinados, tanto o más que nuestros acompañantes que decían: - observáis como las ramas trepan por las paredes buscando la luz del sol, - os dais cuenta como parece que toque el cielo con las hojas, - si alguno allí arriba abre una ventana se encontrará una sorpresa.
Una vez dentro nos dirigimos guiados por nuestros acompañantes hacia la zona dedicada a los árboles invasores, había palmeras de todas partes del mundo, luego fuimos a ver las plantas aromáticas, las de interior, dónde nos sentamos en unos banquitos y tomamos un refresco, las medicinales, los cactus, la huerta, las acuáticas, que fueron las mejores, nos encantaron los nenúfares, los árboles frutales y por último, de vuelta al árbol centenario.
A la salida, nos esperaba el trasporte de regreso a casa cuando llegamos veníamos tan entusiasmados que decidimos empezar nuestro taller de jardinería.