Beneficios de las salidas con los residentes
El último viernes de cada mes, en la Residencia San José realizamos una salida con algunos de nuestros residentes.
Visitas a museos, exposiciones, paseos por la ciudad o por el entorno natural, las excursiones son motivo de ilusión para nuestros mayores. Además, estas salidas tienen una vertiente terapéutica, puesto que aportan beneficios físicos, psicológicos y sociales.
Romper la rutina, activar el cerebro
Los mayores que participan en las excursiones abandonan la monotonía y rompen con la rutina, saliéndose de las actividades que normalmente se realizan en la residencia.
La rutina es buena para nuestro organismo, nos aporta comodidad, seguridad y nos ayuda a organizar el tiempo, entre otras cosas, pero romperla de vez en cuando y por buenos motivos aporta nuevas experiencias y ayuda a mantener el cerebro activo, generando nuevas conexiones neuronales.
¡Listos para salir! Excursión a Devesa Gardens y La Albufera.
Vida activa, vida ilusionada
Se puede decir que las excursiones empiezan los días previos a la salida, ya que comentamos con el grupo el lugar donde iremos, cuál será la ropa más adecuada para usar según el clima y el sitio que visitaremos, etc.
Planificar en grupo, prepararse para la salida y esperar el día de la excursión ocupa e ilusiona a nuestros residentes.
Interacción social y bienestar anímico
El viernes de excursión se ha convertido en una oportunidad para que los residentes interaccionen con personas ajenas a la Residencia (conductor, recepcionistas, guías, otros visitantes etc.), con la naturaleza, con el entorno… Las actividades van más allá de compartir el espacio o el tiempo, puesto que fortalecen los vínculos con el resto de residentes.
Un agradable momento para descansar y conversar, de la excursión a Devesa Gardens y La Albufera.
Orientación espacio-temporal
En el proceso de planificación de la salida comentamos entre todos el lugar donde iremos, preguntamos a los residentes si saben dónde está ubicado, cuál sería la ruta más acertada para llegar hasta allí, etc.
Por último, los citamos con fecha y hora para que el día previsto estén listos en el punto de encuentro (recepción). El día de la excursión los residentes toman contacto con la realidad que los rodea y comprueban cómo se va cumpliendo lo planificado.
Memoria colectiva
En las visitas no sólo vamos a ver, también vamos a observar, a comprobar, a compartir y a comentar. Entre los asistentes se crean grupos en los que sin darse cuenta se ejercita la memoria al recordar y asociar lo que están observando con sus propias vidas y vivencias. Cada uno tiene una historia que contar y como en todos los grupos, se van “robando la palabra” hasta que cada uno ha narrado su experiencia.
Reelaboración del discurso, relaciones semánticas
Cuando volvemos al centro, muchos comparten su experiencia con el resto de compañeros. Cada uno aporta una pieza para reconstruir lo visto y entre todos armamos el puzle de este gran día. Toda la gama de procesos cognitivos se ponen en marcha para poder expresarse, sin embargo es su memoria la que está trabajando al máximo para poder compartir la experiencia que han vivido. Trabajamos las interacciones positivas y practicamos las habilidades de comunicación.
En las excursiones también hay espacio para la gastronomía.
Durante el resto del día todo son comentarios y recuerdos. Las personas residentes están más distendidos, más abiertos a la socialización y más motivados en todo lo que hacen. Las excursiones hacen que los residentes que han participado, por un día, cambien su manera de ver el mundo, contagiando al resto de compañeros de la Residencia.